Conduce: María Dolores Tejada
Destellos de Alegría es llevar la alegría de la fe a los enfermos, mayores y a todos los que sufren, con una labor de evangelización y apostolado que les da sentido a su existencia, esperanza, paz y alegría.
Presentando el testimonio de la Santísima Virgen y de los Santos, de cómo han llevado la enfermedad y las cruces de la vida, aceptándolas y ofreciéndolas por amor al Señor y unidos a Él.
Con un tiempo de oración al final del programa, para presentar al Padre Celestial de manos de María y unidos a Jesús una plegaria de alabanza, acción de gracias, ofrecimiento e intercesión. En esta valiosa oración de intercesión se pide por nuestros oyentes y por todas sus familias e intenciones.
Es vivir desde la fe y la confianza en Dios, la enfermedad y el sufrimiento, en toda su dimensión redentora y salvífica, unidos a Jesús y a María.
Animando también a los oyentes a la misión, a visitar y a ayudar y consolar a los enfermos; y hablando de “Alabanza con María” una asociación que se dedica a llevar la Buena Nueva, la alegría y la esperanza de la fe a los enfermos y mayores de residencias, hospitales, otros centros y domicilios particulares. Ejerciendo así la labor misionera de la Madre Iglesia hacia los que sufren, y recogiendo las valiosas oraciones en comunión de los enfermos y mayores para interceder por la Iglesia y sus necesidades, y por todo el mundo. Una invitación a nuestros oyentes al voluntariado de “Alabanza con María” repartido en grupos de todas las edades. Más información en pág. web: www.alabanzaconmaria.com.
El programa “Destellos de alegría” con su actividad evangelizadora en la radio, y la asociación “Alabanza con María” de la que se habla en el programa, con su actividad misionera y caritativa en las residencias, hospitales y otros centros, quiere dar respuesta a la sed de amor de Dios, llevándole almas que le amen y alaben, ahora y para siempre en la Eternidad.
Es consolar el Corazón de Jesús que late en el enfermo y en el que sufre: “Estuve enfermo y me cuidaste, sediento y me diste de beber, preso y me visitaste, triste y me consolaste, solo y me acompañaste”.
Transcendiendo y transformando el dolor en esperanza, paz y alegría.