«Cristo vive en ti» es el resultado de una experiencia vivida. Cuando las estanterías de mi biblioteca se desplomaron y el estruendo se desvaneció, un título sobresalió del montón desordenado de todo lo que creía saber y conocer: «Cristo vive en ti». Agarrado a ese titular, he descubierto una realidad olvidada pero que he vivido durante más de treinta años.
Fue en el Monasterio de la Paz, de la mano del Padre Alberto María Rambla, donde descubrí la oración del corazón. El hermano Lázaro me regaló un rosario para practicar la oración de Jesús y me encomendaron leer el Peregrino Ruso. Han pasado más de treinta años desde entonces. Esta oración se ha arraigado en mi mente, en mi respirar, en mi corazón, y brota espontáneamente, ya sea despierto o dormido, como una melodía pegadiza que me acompaña en mis actividades diarias. Aunque todo lo que he estudiado y aprendido sobre espiritualidad y religión yace en el suelo, la oración incesante no ha desaparecido. Es como un hilo que me agarra del corazón y me conecta con el cielo, sosteniéndome cuando un terremoto se lleva el suelo que sustenta mi vida.
En esta serie de programas, cada uno de media hora, exploraremos esta realidad y nos adentraremos en el mundo del hesicasmo o de la paz, guiados por la Palabra, los Santos Padres y la vida.
Agradezco la ayuda de Pedro del Buey en la realización y producción. Espero que disfruten de estos programas.
José Alfonso Garre